11 noviembre, 2015

"No hay como hacer pan casero, une a la familia"...Y lo probé con las piñitas o tunjitas.

Piñitas o tunjitas


El domingo estuvimos en la terraza, ¡fue un día grandioso! en esta ocasión solo estuvimos Roberto, mi suegra Isabel, Vodka, Harry y yo. Se me ocurrió hacer pan, mi amigo Ernesto me había dicho el día anterior: "no hay como hacer pan casero, une a la familia", así que quise probar y en efecto: ¡verídico!. Mientras aplicaba mis doce pasos del método directo de panificación (así lo aprendí) pesaba, amasaba, fermentaba, dividía, preformaba, descansaba, formaba los pastones, boleaba, cortaba y horneaba...salían tema tras temas, y todos conversando entorno al pan, y cuando apenas empezó a salir el olor de pan recién horneado, el tema central fue el pan.


Piñitas o tunjitas

Te cuento que durante mi niñez viví en Los Teques, una ciudad dormitorio ubicada a 1 hora de Caracas, pero en ambas ciudades puedo decir que si algo abundan son las panaderías, aunque en Los Teques también abundaban las zapaterías y no sé por qué razón. Yo diría que en Venezuela, solo basada en observación directa y sin base estadística, un gran porcentaje de las panaderías son de familias portuguesas, gentilicio muy querido y reconocido en mi país, nunca falta el tan querido "portu", forma parte de nuestra identidad, pero lo que sí es 100% cierto es que la visita a las panaderías son diarias, siempre compramos canillas, unos piden las más tostaditas y otros las más blanquitas, el infaltable pan sobado, el popular pan francés, y otros prefieren un pan campesino, los cachitos y minilunch, que a veces hacen las veces de almuerzo en momento de austeridad, ahora muy buscados los cachitos de jamón y queso crema una variante más moderna, hojaldres de queso, panes dulce individuales, acemitas, piñitas, las bombas rellenas (deleite de Roberto), las palmeras, la pasta seca, milhojas, los dulces fríos a media tarde, y por supuesto el café en todas sus versiones, y no puedo dejar de mencionar el infaltable televisor con fútbol, sin importar quien contra quien esté jugando, eso sí durante el mundial o la Eurocopa, te atienden y cobran viendo la TV. Y algo que no puedo dejar de mencionar, no recuerdo cuando surgió, pero de unos años para acá se ha popularizado en nuestras panaderías, es el uso de las eternas tablitas de plástico, donde el personal de la panadería marcan con marcador de pizarra lo que se va comprando o consumiendo y luego al pagar, las borran y se re-usan. Así que sin duda alguna las panaderías forman parte del día a día de compras de los venezolanos.

Piñitas o tunjitas


De todo lo anterior, las piñitas (conocidas también como tunjitas), me trae recuerdos de mi niñez, cuando costaban real y medio, y el "portu" de la esquina la colocaba dentro de una bolsa de papel, y me las comía calentitas y luego sacudía la bolsa sobre mi cara para comerme el azúcar que habían soltado las piñitas dentro de la bolsa... ¡inolvidables recuerdos!

Piñitas o tunjitas


Así que decidí hacer las piñitas, son unos exquisitos panes redondos con un corte en cruz y azúcar espolvoreada en la parte superior, de un fantástico olor e increíble sabor a anís y vainilla.  Después de hornearse quedan todas pegaditas, asemejando la concha de la piña pienso que su nombre se debe a este parecido.

Piñitas o tunjitas

Se pueden hacer grandes o pequeñas, es esta ocasión las hice grandototas de 80 gramos. Las que venden en las panaderías son aproximadamente de 40 gramos.

Ahora, sin perder más tiempo te dejo esta espectacular, sencilla y sabrosa receta.


PIÑITAS O TUNJITAS


Porciones:
Da para 18 panes de 70 g

Ingredientes:
710 g de harina todo uso
30 g de levadura fresca (15 g de levadura instantánea)
8 g de leche en polvo
178 g de azúcar
43 g de mantequilla sin sal
43 g de huevos
2 g de esencia de vainilla
284 g de agua fría
7 g de sal
11 g de anís dulce en granos
1 huevo batido para pintar
Azúcar refinada para espolvorear

Tiempo de preparación:
2 horas 34 minutos (No incluye mise en place ni horneado)

Instrucciones:
  1. Mezclar en un bol la harina, la levadura si es instantánea, la leche y el azúcar.
  2. Hacer un volcancito dentro del bol. Si la levadura es fresca, colocarla dentro del volcancito y disolverla en una pequeña porción de agua.
  3. Agregar la mantequilla ablandándola con la mano.
  4. Agregar los huevos, la esencia de vainilla, el agua, y amasar. Reservar siempre una pequeña cantidad de agua.
  5. No añadir la sal ni el anís dulce
  6. Cuando la masa se despegue de las paredes del bol, pasar a la mesa y amasar durante 10 minutos, agregar la sal en el minuto 7.
  7. Dejar descansar la masa, tapada durante 10 minutos y luego hacer una amasado intenso de 4 minutos.
  8. Estirar la masa formado un rectángulo y agregar la mitad del anís en forma de lluvia, doblar y agregar el resto del anís y amasar hasta integrar bien.
  9. Colocar la masa en un envase aceitado y dejarlo reposar tapado durante 30 minutos en un lugar con temperatura que no exceda los 29°C (Ideal 27°C)..
  10. Tomar los cuatro extremos de la masa y, sin romperla, doblarla hacia el centro presionando hacia abajo para expulsar los gases como si se hiciera un sobre con ella, luego voltearla. Dejarla reposar tapada 30 minutos más
  11. Colocar la masa sobre la mesa y con una espátula panadera dividirla en 18 porciones de 70 g utilizando una balanza, darle forma redonda y dejar reposar, tapada con plástico, por 10 minutos.
  12. Bolear las porciones nuevamente y colocarlas en bandejas engrasadas con manteca vegetal o en bandeja con lámina de silicón. La separación entre las porciones es de aproximadamente 1 cm. 
  13. Dejar reposar, tapada, durante 1 hora.
  14. Hacer un corte en cruz con una tijera en la parte superior de los pastones, pintarlos con huevo y rociarlos generosamente con azúcar refinada
  15. Hornear a 180°C durante 15 minutos.


¡Nos vemos en la Terraza!




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